domingo, 7 de octubre de 2012

Lo Que Realmente Importa


Cuando iniciamos el camino de formar nuestra familia, puede parecer que lo que es importante para mí también lo es para ti. Pronto descubrimos que nada más lejos de la realidad, sencillamente porque  la manera como tú eliges lo importante no siempre será  la misma que   yo tengo para elegir lo importante  por más que  nos parezca que nos conocemos súper bien. 


Esto no puede extrañarnos,  es de lo más común ya que ambos venimos de diferentes familias, y ahora, en la nuestra, comenzaran  a convivir los diferentes criterios de valoración de cada circunstancia. Esto  no necesariamente es algo malo; al contrario, ayuda a   ampliar  mi forma de tomar decisiones al mismo tiempo que enriquece el modo de tomar decisiones de  mi pareja.

Cada día se presentan muchas circunstancias que confrontaran nuestra forma de resolver problemas y es necesario,  para  no perder el rumbo,   replantearnos  cada día qué es lo más importante en nuestra vida,   para  qué  decidimos estar juntos.

Llegaremos al centro de todo, a lo medular: la decisión de amarte siempre, cualquiera que sea la situación. Por encima de todo, nuestra relación de amor es lo más importante
Por las noches es bueno revisar si hicimos lo necesario para cumplir con las metas  propuestas, más allá de las diferencias y problemas  que forman parte de la vida. Juntos encontraremos  maneras de llegar a la solución que más nos convenga sin afectar el amor  que es lo que realmente importa. Esa es la premisa ,que rige el rumbo de nuestra vida.

miércoles, 20 de junio de 2012

Parejas que trascienden



Una vez que formamos nuestra pareja, iniciamos el proyecto de transformarla en una relación sólida y madura: un buen cimiento para una familia.

Las parejas, evolucionan, crecen  y  no estaría bien pretender instalarnos en el sentimiento inicial con el que  la relación comenzó, en donde la atracción física y la pasión eran los ingredientes dominantes.

El vivir en pareja nos brinda la oportunidad de profundizar en el conocimiento  propio  y explorar sentimientos que antes ni siquiera sabíamos que podíamos experimentar.

La vida en  pareja es la gran oportunidad  de madurar como personas, es allí donde  nos humanizamos, nos auto realizamos; esto solo se logra con  amor. Solo quien de verdad ama, da la vida por el otro.

El amor es donación, y al donarnos, como verdadera practica de  amor verdadero, dejamos a un lado el preocuparnos tanto por nosotros mismos,; salimos de nosotros dejando de lado el egoísmo e inicia una dinámica que debemos mantener siempre sin descuidarla: yo buscando tu bien y buscando el mío.



Día a día los lazos que  mantienen la relación se van enriqueciendo, van evolucionando y son más profundos y más íntimos.  Juntos  aprendemos a confiar, a compartir nuestros sentimientos,   descubrimos los rasgos más finos de la persona con la que decidimos unirnos, unos nos van a gustar y otros no tanto, y esto es parte de  la historia que  escriben las parejas.

Crecer en pareja no siempre es fácil, sin embargo, vivir solo es muy triste. El hombre no nació para estar solo,. de aquí que al decidir casarnos, no solo hay que hacerlo porque quiero mucho a mi pareja, sino mas bien porque quiero quererla cada día más, a pesar de los obstáculos. Esto si que es un compromiso y requiere mucha voluntad, pero la recompensa bien vale la pena.
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martes, 1 de mayo de 2012

Del Tú y Yo al NOSOTROS


Cuando  pensamos que es el momento de formar una familia, debemos estar concientes del cambio en nuestra biografía personal que este paso traerá. ¿Te das cuenta? Pasaremos del tú y yo al nosotros.

Inicia la creación de una obra en común y ¡Qué obra!

Comenzaremos nuestra nueva forma de vida, en la que buscaremos continuamente tu bien y mi bien, inicia la apertura a una relación más profunda, más íntima, más entrelazada.

Crearemos juntos una nueva  historia – la nuestra – con lo tuyo y con lo mío. Una historia llena de amor, la cual dará frutos – nuestros hijos – quienes serán mitad tú y mitad yo. 




Creceremos nosotros y crecerán nuestros hijos, enseñaremos y aprenderemos muchas cosas nuevas, complementándonos día a día con nuestras diferencias, las cuales fueron las que nos unieron en un principio. 

Viviremos un amor diferente, no solo con la pasión de los primeros años, un amor que con el tiempo nos ha llevado a descubrirnos cada día más a fondo, en el que los lazos que nos unieron en un comienzo se han fortalecido por las vivencias de la vida y por el deseo de envejecer junto a la persona a la que le pertenece nuestro corazón.  

Que buenos cimientos son estos para formar una nueva familia y, más que una familia, ¡un hogar! Un lugar lleno de calor, de amor, de afecto. Un verdadero hogar donde vale la pena vivir, donde sí se pueden desarrollar las virtudes de los hombres y mujeres del mañana.

En este proyecto ya no seremos tú y yo, seremos una única unidad de vida y para toda la vida, una célula nueva que construye la sociedad.